Del libro: «Mandalas del Mundo» de Shia Green
Este mandala representa la flor de la vida, tal y como se representa usualmente. Antes de pintarla, ya sea desde el interior hacia el exterior o desde el círculo externo hasta el central, medita sobre el siguiente poema de William Blake:
Ver un mundo en un grano de arena
y un cielo en una flor salvaje,
tener el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.