Este mandala español representa la energía del Sol, la fuerza vital en constante movimiento. Ya entre los celtas, las ruedas solares eran consideradas como talismanes poderosos de protección y curación. Las podemos encontrar como decoración de escudos y armas de los guerreros, en lápidas mortuorias o en las estatuillas de oro de las diosas.
Del libro Mandalas del Mundo de Shia Green.
Pintado con rotuladores Faber Castell.