Pintar este mandala puede ayudarnos a recuperar el equilibrio físico y emocional. Por ello, siempre que sintamos molestias corporales, se aconseja colorear esta flor desde el exterior hacia el interior, empleando los siguientes colores:
- Amarillo: Estimula el cerebro, el intelecto y mejora el estado de ánimo.
- Azul: Proporciona tranquilidad interior y paz, activa la contemplación meditativa y despierta la intuición. Además regenera y refuerza las defensas del cuerpo.
- Naranja: Aumenta el bienestar general, refuerza la confianza, vivifica y contribuye a la armonía entre el cuerpo y el espíritu.
- Rojo: Mejora la calidad de la sangre, aumenta el apetito y estimula el metabolismo.
- Verde: Mejora la capacidad de palabra y activa la mente, produce relajación y regenera el cuerpo y el espíritu.
Del libro Mandalas del Mundo de Shia Green.
Pintado con rotulares Faber Castell.